DEPORTES

Tiene 10, entrena desde las 4 y ya está entre los mejores nadadores del país

Ramiro Delclaux, un niño mendocino de solo 10 años, integra el ranking nacional de natación infantil. Representa al club YPF de Godoy Cruz, entrena con disciplina de alto rendimiento y viene de destacarse en un torneo nacional en San Juan frente a casi 900 competidores.

  • 17/12/2025 • 10:16

Ramiro Delclaux tiene 10 años, se levanta todos los días a las 4 de la mañana y a las 5 ya está entrenando natación. Antes de ir a la escuela cumple su primera sesión en la pileta, vuelve a entrenar por la tarde y compite a nivel nacional representando a Mendoza y al club YPF de Godoy Cruz. Su nombre ya figura entre los mejores nadadores infantiles del país, con una historia de esfuerzo, familia y constancia que empieza a trascender el ámbito deportivo.

 

¿Quién es Ramiro Delclaux y por qué se destaca en la natación nacional?

Ramiro es un nadador mendocino que comenzó a nadar a los 3 años y que, con solo 10, ya acumula cerca de cien medallas entre primeros, segundos y terceros puestos. Integra el ranking nacional infantil y se mantiene de forma sostenida dentro del top ten argentino de su categoría.

 

“Aprendí que la natación es exigente, pero que la vida es así: hay que esforzarse para llegar al objetivo”, dice Ramiro con una madurez que sorprende para su edad.

 

¿Cuál fue su último logro a nivel nacional?

El último gran resultado llegó en un torneo nacional disputado en San Juan, donde compitió durante varios días contra casi 900 nadadores de todo el país, además de delegaciones de Chile y Paraguay. El certamen fue televisado y reunió a unos 150 clubes.

 

En ese contexto, Ramiro terminó entre los ocho mejores de la Argentina en su categoría, consolidándose como una de las principales promesas de la natación infantil.

 

¿Cómo es su rutina de entrenamiento diaria?

La rutina de Ramiro es propia de un deportista de alto rendimiento. Se levanta a las 4 de la mañana para entrenar de 5 a 7, luego asiste a la escuela y por la tarde vuelve a la pileta. En períodos de concentración o pretemporada, puede entrenar hasta tres horas seguidas, y en enero llega a realizar tres entrenamientos diarios.

 

Según cuenta su mamá, Fernanda, el esfuerzo físico se tradujo también en un fuerte crecimiento personal: mayor concentración, responsabilidad y disciplina, tanto en el deporte como en la escuela.

 

¿Cómo fue su crecimiento dentro de la natación competitiva?

A los 8 años Ramiro fue incorporado a un equipo competitivo y poco después saltó dos categorías, quedando integrado a un grupo con nadadores de 17, 18 y 19 años. Con 9 años pasó a un equipo nacional y este año comenzó a competir oficialmente en torneos nacionales, habilitado por su edad.

 

“Siempre baja sus marcas, nunca las sube. Eso es lo que se evalúa. El ranking se arma con puntos durante todo el año y él siempre estuvo entre los primeros”, explica Fernanda.

 

¿Qué rol cumple el club YPF y el Fondo de Becas de Mendoza?

Ramiro representa al club YPF de Godoy Cruz, una institución que atraviesa un gran presente deportivo y que este año ganó en dos oportunidades la Copa Sierra, superando a clubes como River y San Lorenzo.

 

Además, tanto Ramiro como sus tres hermanas fueron becados por el Fondo de Becas de Mendoza (Fonbec), un apoyo clave para sostener el deporte y la educación en paralelo. “Sin esa ayuda, muchas cosas no hubieran sido posibles”, destaca su mamá.

 

¿Cómo acompaña la escuela su carrera deportiva?

Como deportista federado, Ramiro tiene faltas justificadas por competencias y viajes, mantiene un excelente rendimiento académico y recibió un reconocimiento escolar por su compromiso. Para su familia, ese equilibrio entre estudio y deporte es tan importante como los logros deportivos.

Una historia que recién empieza

Con solo 10 años, Ramiro Delclaux ya sabe lo que es entrenar con sacrificio, competir al máximo nivel y sostener una rutina exigente que pocos adultos podrían cumplir. Lo hace con alegría, naturalidad y una convicción clara: que el esfuerzo es el camino para crecer.

 

Su historia recién comienza, pero ya es un ejemplo de cómo el deporte, acompañado por la familia y las oportunidades adecuadas, puede transformar una infancia y abrir caminos impensados.

Fuente: Noticias Mendoza